Esta ciencia relaciona y estudia las energías que
circulan por la boca tomando como base la física y la química del silico con
su efecto piezoeléctrico en los dientes, así como las corrientes galvánicas
y canales de energía. Esta técnica establece que los dientes funcionan como
canalizadores de energía y, por tanto, tienen que estar perfectamente
alineados en la boca para que la energía fluya correctamente y todo el
organismo permanezca saludable. Partiendo de este principio, la
Bioenergética dental propone la eliminación de dolencias alterando la
estructura de la arcada dentaria y la conformación de los dientes del
individuo. Existen relatos de cura de epilepsia, mongolismo y otras formas
de dolencia mental, así como bronquitis asmática, disturbios respiratorios y
problemas cardíacos considerados sin solución. La Bioenergética dental
considera la arcada superior con todas sus piezas como un ente emisor
energético y la arcada inferior como receptora. Esta energía circula a
través de las ramas nerviosas maxilar y mandibular, transmite las señales al
trigemino y éste al bulbo raquídeo, para luego comunicarse con el resto de
los órganos. Cuando todos los dientes se hallan en perfecta oclusión se
lleva a cabo un ciclo de retroalimentación que induce a la perfecta
recircualación energética en el organismo. Para diagnosticar y controlar
todo lo anteriormente expuesto, entre otros métodos, se dispone del Test
Galvánico, la Biorresonancia, el Testo Odontológico de Estimulación
Eléctrico, la Auriculomedicina, la Kinesiología y la Fisoenergética. |
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