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Los dientes, como elementos vivos,
interactúan específicamente con los diferentes órganos, glándulas endocrinas
y vértebras, de tal forma que, reestableciendo la salud de la boca, lo
hacemos también de la parte corporal afectada. La Dientología es la ciencia
del diagnóstico mediante la observación de las piezas dentales. Los dientes,
órganos duros implantados en los alveolos o cavidades de los maxilares,
forman parte del sistema dentario, una entidad viva y funcionante e
íntimamente ligada al resto del organismo. Con la Dientología se pretende
hallar un nexo de influencia entre un gran número de las infecciones que
sufren distintas piezas dentarias sin una causa aparente (y que, en la
mayoría de los casos son causa de extracción) y las distintas enfermedades
que sufre el ser humano.
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Hoy, gracias a esta ciencia, nos es
posible comprender que no son los dientes los que inciden sobre los órganos
provocando la enfermedad, sino que se limitan a ser meros detectores de las
alteraciones patológicas. De esta manera, al estar un órgano o aparato
afectado por inflamación, infección, traumatismo o cualquier otra alteración
de su correcto funcionamiento, sus centros sensitivos, tróficos y sus
centros de defensa están alterados. Pasada la crisis, en ciertos individuos,
el órgano que sufrió la dolencia no se reestablece por completo y permanece
susceptible, la afección aguda toma la forma crónica, o bien, el órgano,
resisitiendo mal las perturbaciones generales, busca un escape y deviene a
un punto débil, los dientes, que, en este caso, será el punto de salida de
menor resistencia. |
